LA MONJA MÓNICA ASTORGA CREMONA, CON PASADO RAUCHENSE, RECONOCIDA POR LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA NACIÓN

La Defensoría del Pueblo de la Nación reconoció el trabajo que realiza en Neuquén la monja Mónica Astorga Cremona en defensa de las personas transexuales, y que tuvo un punto culmine estos días, con la concreción de un proyecto que impulsó y que le permitió a doce mujeres trans ser beneficiadas por primera vez con su casa propia.
El gobierno provincial, a través del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo del Neuquén (IPVU) llevó adelante la construcción de 12 monoambientes en un predio ubicado en Boerr y Tronador en el barrio Confluencia, cedido por la Municipalidad de la capital neuquina.
El predio fue cedido por el municipio a la congregación de las Carmelitas Descalzas de Neuquén, que tuvo a la hermana Mónica Astorga como impulsora de esta iniciativa.
Astorga, de 55 años, es hija de María Vilma Cremona –hermana del charanguista Osvaldo Cremona- y cursó sus estudios primarios en la Benemérita Escuela Nº 1 de nuestra ciudad, donde pasó gran parte de su infancia.
La monja describió que ya en febrero había sido distinguido su trabajo por la Defensoría del Pueblo, en ocasión de una visita que realizaba a Capital Federal.
Mónica describe con mucha precisión, y con un cierto dejo de dolor, la situación de discriminación, invisibilización y violencia que sufren las comunidades trans.
“Hasta ayer tenemos 58 muertes trans en lo que va del año con un promedio de edad de 35 años y eso no se habla en ningún medio, son personas que merecen vivir como cualquiera, esto es lo que vengo acompañando para que se visibilice”, señaló Astorga.
La monja señaló que es muy lento el avance que se ella ha notado en la lucha por reconocer los derechos de las comunidades trans, tras 14 años de trabajo en la materia