SE REALIZÓ UNA NUEVA EDICIÓN DE “LIVING DE MUJERES”

El pasado sábado se realizó una nueva edición de “Living de mujeres” en la Biblioteca Guido y Spano, en este caso con “historias de vida de mujeres rurales” en el marco del mes de la mujer

Con sala repleta, contaron sus historias Elena Olazabal de “La Colorada”, Lucrecia Elissondo de Egaña, María Emilia Arribere de Miranda y Paula Alegre de Colman

 Olazabal se especificó en la vida de la mujer en el campo y la crianza de los hijos. Contó que se casó a los 16 años y se mudó donde reside actualmente. Tiene cinco hijos, su comunicación era por radio teléfono y sus hijos iban a la escuela de Casalins. “La familia en el campo colabora mucho con las tareas” Dijo, y que “difícilmente la mujer rural tiene un suelde rentable”. Comentó que antes no había electricidad, todo era con motor y se realizaban las tareas en poco tiempo sin electrodomésticos

Elissondo desarrolló su labor en el tambo, dijo que inició en 1987 con la familia de su marido, “mi primera tarea fue arrear las vacas”. “El tambo ahora es mecánico, antes era a mano” comentó.

“Nosotros además de hacer el tambo, le damos un valor agregado, que es la masa para muzarella” Agregó, y que ella también se encarga de la actividad administrativa

Arribere comentó su docencia en el CEPT N°5, “ahí aprendí a trabajar con otro, hacernos cargo de lo público, porque es muy grande el individualismo, y hay poca población en el campo. La función de la escuela rural es primordial, porque es un centro de encuentro y sostener la escuela rural es una lucha” Dijo

Su trabajo inició en 1995 cuando se radicó en Miranda, si bien ella trabajo en otras escuelas de Rauch, destacó su labor en la escuela rural como un “abrazo a las familias” y un “gran desafío”

Alegre es domadora de caballos, comentó que antes también arrendaba y corría en caballo. “Es el día de hoy que ando domando, ya ahora no tanto, pero sigo corriendo” Dijo

Desarrolló lo que es la prueba de riendas y destacó la importancia de que el animal tome confianza. Comentó que su marido la ayuda con la doma y prefiere hacerlo en lagunas por si hay alguna caída

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