“NI UNA MENOS” SE CONMEMORA EN RAUCH CON ACTIVIDADES COMUNITARIAS.

Este martes 3 de junio se cumplen 10 años del primer grito colectivo de “Ni Una Menos”, un movimiento que marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia por razones de género en nuestro país. En Rauch, la jornada será conmemorada con una actividad comunitaria organizada por la Mesa Local de Prevención de la Violencia por Razones de Género, junto a diversas instituciones locales.

La propuesta es un “picadito” simbólico en el Complejo San Miguel, abierto a toda la comunidad, de 17:30 a 19:00 horas, sin necesidad de turno ni costo alguno. El encuentro tiene como objetivo visibilizar y reflexionar sobre la violencia por razones de género, en todas sus formas.

Karina Paponetti, Secretaria de Igualdad de Género y Diversidad Sexual de SUTEBA Rauch y miembro activa de la Mesa Local, destacó que esta fecha no solo tiene una carga emocional importante, sino que desde el año 2020 está institucionalizada en el calendario escolar de la provincia de Buenos Aires gracias a la Resolución 30/16, como el Día de la Acción Colectiva contra los Femicidios.

“Es una fecha para trabajar en las escuelas, para reflexionar con estudiantes y docentes, porque la violencia por razones de género no es solo física: también incluye la psicológica, económica, simbólica y más”, explicó Paponetti.

La Mesa Local se reúne mensualmente y está conformada por instituciones gubernamentales y no gubernamentales. Se encuentra abierta a nuevas incorporaciones, siempre en representación institucional. Su función principal es visibilizar, coordinar y fortalecer las políticas públicas de cuidado y prevención, aunque muchas veces las acciones trascienden lo estrictamente institucional y se entrelazan con otras áreas, como educación, salud, justicia y cultura.

Entre los logros de la Mesa se encuentra la creación del Recursero Local, un dispositivo exigido por la Ley 13.298, que nuclea a todas las organizaciones disponibles para brindar acompañamiento, asesoramiento e intervención ante situaciones de violencia. Está diseñado para que sea accesible en espacios educativos, comunitarios y barriales.

Además, actualmente se está trabajando en una hoja de ruta crítica: una herramienta que busca orientar a personas que estén atravesando situaciones de violencia, para que el acceso a la ayuda no sea burocrático ni confuso. Esta guía propone empezar por la confianza —hablar con alguien cercano— y luego buscar el canal institucional adecuado (salud, justicia, CPA, etc.), entendiendo los distintos protocolos de actuación que tiene cada organismo.

“Queremos que toda persona que necesite ayuda sepa a dónde ir y qué hacer, sin trabas, sin puertas cerradas. Que el camino sea claro y humano”, concluyó Paponetti.

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